Deep Work

Este insight tiene un matiz menos técnico y más metodológico, ya que trata sobre el trabajo en profundidad, más conocido como deep work. Para ello vamos a basarnos en el estudio que realiza Cal Newport en su libro "Deep Work: las cuatro reglas para el éxito en la era de la distracción".

¿Qué es el trabajo en profundidad?

Para hablar sobre deep work, en primer lugar debemos tener claro su definición:

El trabajo profundo son todas aquellas actividades profesionales que se llevan a cabo en un estado de concentración desprovisto de distracciones, llevando a las capacidades cognitivas a su máximo límite.

Con esta definición, no parece complicado realizar un trabajo en profundidad, solo es necesario concentrarse y eliminar las distracciones. Seguramente en otros momentos de la historia, hablar de distracciones no tendría tanto sentido, como en la actualidad.

Nuestra vida está llena de formas de entretenimiento que roban nuestra atención: internet, redes sociales, notificaciones, correos... De hecho, según los últimos estudios, la media de uso del móvil ha alcanzado las 5 horas diarias. Todo esto provoca que nuestra capacidad de concentración se reduzca en gran medida y hace muy difícil eliminar las distracciones, lo que supone un gran impacto tanto en nuestra vida diaria, como en nuestra vida profesional.

Por ello, también debemos tener en cuenta la definición del trabajo superficial. Según Cal Newport, la definición es la siguiente:

El trabajo superficial está constituido por tareas que no son exigentes desde el punto de vista cognitivo y que se suelen ejecutar en medio de distracciones. Normalmente estos esfuerzos no crean gran valor y son fáciles de replicar.

En la actualidad el trabajo profundo es escaso y, por lo tanto, es cada vez más valioso, por eso nos resulta muy interesante conocer más sobre él.

Filosofías de la programación del trabajo profundo

Aunque conozcamos los conceptos, lo importante es ponerlos en práctica y, para ello, el autor nos muestra distintas filosofías a la hora de integrar el trabajo profundo en nuestra programación diaria.

• Filosofía monástica:

  • ¿En qué consiste?: en eliminar o reducir al mínimo las distracciones y preocupaciones superficiales

  • Es ideal para: personas con una meta profesional muy definida y valorada, que tienen que realizar de forma excepcional, como escritores de libros o investigadores que se aíslan durante largos períodos de tiempo para producir sus obras y trabajos.

• Filosofía bimodal:

  • ¿En qué consiste?: en definir bloques de tiempo para trabajo profundo y el resto para otras tareas. Estos bloques tendrán una duración minima de un día y máxima de unos meses

  • Es ideal para: personas que no pueden prescindir de ciertas tareas superficiales y necesitan realizar tanto trabajo profundo como superficial. Además deben tener la flexibilidad de poder dedicar largos períodos de tiempo de trabajo profundo en los que se desatienden el resto de tareas. Por ejemplo, profesores universitarios que dedican un semestre a dar clases, corregir, hacer tutorías, resolver dudas y durante el otro semestre se aislan para realizar sus trabajos de investigación.

• Filosofía rítmica:

  • ¿En qué consiste?: en generar el hábito de hacer trabajo profundo, en el mismo horario y con la misma duración. Por ejemplo, programando el trabajo profundo todos los días a las 06:00 durante 90 minutos.

  • Es ideal para: personas cuyo objetivo no tenga presión ni un plazo fijo, ya que les permitirá avanzar a buen ritmo gracias a la adopción de este hábito y también para las personas que no pueden evadirse de las tareas superficiales durante días por la naturaleza de su trabajo.

• Filosofía periodística:

  • ¿En qué consiste?: en programar trabajo profundo siempre que sea posible durante la jornada, aprovechando todo el tiempo que quede libre y sin necesidad de planificarlo previamente.

  • Es ideal para: personas que tengan facilidad para la concentración y el trabajo profundo y deban amoldarse a ciertos horarios y convenciones que no pueden cambiar.

Cada actividad profesional tiene unas características diferentes y no es necesario seguir de forma estricta una de estas cuatro filosofías, sino encontrar una que nos permita crear el máximo valor.

Disciplinas de ejecución

Para llevar a cabo alguna de las estrategias anteriores y asumiendo que el día a día es un entorno complejo en el que siempre surgen asuntos urgentes, reuniones o cualquier otro tipo de obligaciones, vamos a exponer 4 disciplinas que se definen en el libro de Sean Covey “Las 4 Disciplinas de la Ejecución”, que nos pueden ayudar a implementarlas, aunque este libro esté más orientado a la ejecución de estrategias en empresas. Las 4 disciplinas son las siguientes:

• Disciplina #1: Concentrarse en metas sustancialmente importantes: simplificando y reduciendo la cantidad de metas

• Disciplina #2: Basarse en indicadores predictivos: identificar medidas que nos permitan predecir los resultados y comprometerse con las acciones que nos permitirían acercarnos a las MSI (metas sustancialmente importantes)

• Disciplina #3: Llevar un tablero de resultados: conocer el punto del progreso en el que nos encontramos nos ayuda a mejorar el compromiso para obtener las MSI.

• Disciplina #4: Crear un hábito de rendición de cuentas: revisando el estado del compromiso asumido.

Estas disciplinas nos pueden ayudar mucho al implantar el trabajo profundo como una práctica habitual. En primer lugar estableciendo una meta por la cual es necesario hacer ese trabajo profundo, a continuación fijándonos en el tiempo de trabajo profundo que hemos dedicado a esa meta como indicadores predictivos. Más tarde, se van registrando los resultados tangibles asociados a los esfuerzos realizados, para finalmente ajustar la programación de nuestro trabajo profundo tras revisar lo realizado hasta ese punto.

Reglas para obtener resultados

• Regla #1: Trabajar con profundidad: aplicando las filosofías y disciplinas expuestas anteriormente para poner en práctica el trabajo profundo. Intenta ritualizar mínimo los siguientes aspectos:

  • ¿Dónde llevar a cabo el trabajo profundo?

  • ¿Durante cuánto tiempo?

  • ¿Qué reglas definirán el trabajo profundo? Por ejemplo, la restricción del uso del móvil o de internet

  • ¿Qué medidas harán más fácil el trabajo profundo?

• Regla #2: Abre las puertas al aburrimiento: con la finalidad de mejorar nuestras capacidades de concentración y de evitar los deseos de distracción. Para esto debemos ser capaces de poder estar 'sin hacer nada', sin mirar internet, la televisión o las redes sociales, por eso propone dedicar tiempos estancos a estas actividades, pero no llevarlas a cabo fuera de estos bloques para evitar esa necesidad de hacer actividades de forma permanente.

• Regla #3: Alejarse de las redes sociales: recomienda utilizar las redes sociales siempre que los beneficios que nos aporten sean mayores que sus efectos perjudiciales, si no es así, sugiere alejarse de ellas o reducirlas al mínimo.

• Regla #4: Eliminar lo superficial: intenta reducir al máxima todas aquellas distracciones o trabajos superficiales que no te aporten valor, aunque muchos de ellos se vean como obligaciones socialmente implantadas. También recomienda acotar las horas de trabajo de forma estricta, para evitar trabajos superficiales continuos y permitir así llegar al día siguiente con una mayor energía y capacidad de concentración.

Conclusiones

El trabajo profundo es un bien escaso en una sociedad llena de distracciones y por lo tanto tiene un gran valor. Por ello, invertir tiempo en trabajar con profundidad durante nuestra jornada laboral nos hace mejorar nuestra productividad y eficiencia acercando nuestras metas profesionales más importantes.

Ponerlo en práctica no es complicado y cada uno debe adaptar los consejos, estrategias y disciplinas que hemos repasado a su caso concreto, pero buscando esos momentos de trabajo de alta concentración obtendremos resultados en el corto plazo.

En mi caso, he probado la filosofía rítmica y la filosofía periodística, ya que son las que más se adaptaban a mi trabajo diario, aunque finalmente me decidí por una mezcla de ambas. Para mí, crear un hábito en un horario y duración fijas (por lo menos en la mayoría de los casos), me hace más fácil comenzar con el trabajo profundo ya que lo convierte en una costumbre. Además programarlo en el momento de mi jornada en el que es poco habitual tener reuniones u otro tipo de trabajos, hace que casi siempre pueda emplear ese tiempo en eeste tipo de trabajo. Pero también el hecho de programar deep work en bloques de tiempo donde no tengamos obligaciones de otro tipo hace que podamos aumentar el tiempo de alta concentración durante nuestra jornada.

Algo que me ayudo especialmente cuando empecé a llevar a cabo este tipo de trabajo era identificar las distracciones que iban apareciendo para poder gestionarlas lo mejor posible y restringirla en su caso, y puedo asegurar que son muchas las que tenemos a nuestro alrededor.

Te animo a probar el deep work, buscar la filosofía que más se adapta a ti y comprobar los beneficios que te puede traer.

¡Hasta la próxima! 💪🏼

Referencias bibliográficas

[1] Newport, C. (2016). Deep Work: Rules for Focused Success in a Distracted World. Grand Central Publishing.

[2] Covey, S., & McChesney, C. (2012). The 4 Disciplines of Execution: Achieving Your Wildly Important Goals. Franklin Covey on Brilliance Audio.

Bonus track

Si te ha gustado el enfoque de Cal Newport, te recomiendo su blog donde publica artículos relacionados con esta temática de forma habitual.